El Ecce Homo se muda a la gran pantalla
Fue por 2012 cuando Cecilia Giménez fue encargada de restaurar un fresco de la capilla del Caserón del Santuario de la Misedicordia de Borja. Cecilia dejó su trabajo a medias y a la vuelta se topó con la prensa y el revuelo frente a su casa llegando a encerrarse nerviosa y triste. ¿Y qué ocurrió? Los expertos varían en las opiniones pero ella no duda en defender que, como pintora y no experta en restauración, desarrolló una técnica de difuminación para poder después pintar de nuevo el Cristo original.
Desde el Ayuntamiento de Borja se planteó el restaurarla de nuevo pero fue tanta la fama y las visitas mundiales a la obra que decidieron inmortalizar la original al lado y dejar la chapuza o el nuevo arte donde Cecelia lo dejó. Los bulos fueron tan grandes como el merchandising que salió. Se llegó a decir que la obra era muy antigua cuando en realidad tenía 80 años antes de ser modificada. También corrió la voz de que Cecilia lo restauró por decisión propia y no por encargo.
¿El resultado? Ahora es una marca registrada y Cecilia tiene la vida asegurada. El pueblo con la recaudación pudo mejorar las instalaciones del hogar de la tercera edad. Final feliz. Ya han pasado diez años y medio desde que ocurrió y muchos locos del arte han comprado por la zona obras de Cecilia a precios desorbitados. El Ecce Homo de Borja ha llegado hasta la película de Torrente 5 pero ahora es el turno de dedicarle su propio espacio.
Wild Lemon Films y Stendhal Producciones, preparan un largometraje que plasma los hechos reales. Tras meses de negociación con el Ayuntamiento de Borja y los propietarios del Caserón del Santuario de Misericordia. La película narrará los hechos que transformaron la vida y la normalidad de Borja para siempre.
Por los momentos se desconoce el reparto pero no podemos esperar para verla y ver cómo sale la verdad detrás de toda la prensa amarillista. ¿Y vosotros qué pensáis? ¿Fue todo un error o Cecilia iba bien encaminada? La obra contemporánea con más controversia en los últimos años.
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